Contaminación

30/01/2025@14:31:45

Una investigación reciente destaca las limitaciones de utilizar algas pardas, específicamente Fucus vesiculosus, para evaluar la contaminación en aguas costeras. A pesar de ser una técnica respaldada por la Unión Europea, los estudios han revelado que las concentraciones de contaminantes en las algas no reflejan adecuadamente las del agua circundante debido a sus complejos mecanismos de captación. El biólogo Antón Vázquez Arias, en su tesis doctoral, realizó experimentos que evidencian la necesidad de estandarizar protocolos y profundizar en la relación entre contaminantes ambientales y algas para mejorar la biomonitorización. Este trabajo, parte del proyecto CRETUS, ha sido reconocido con la calificación sobresaliente cum laude.

Investigadores del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz han desarrollado un modelo matemático para rastrear el movimiento de microplásticos en el Golfo de Cádiz, revelando que los ríos Guadalquivir y Guadiana son principales fuentes de contaminación. Este estudio, publicado en la revista Science of The Total Environment, utiliza un enfoque Lagrangiano para simular cómo las partículas plásticas se dispersan y acumulan en función de su densidad. Los hallazgos indican que los plásticos menos densos flotan cerca de la superficie, mientras que los más pesados se hunden rápidamente. Esta investigación es crucial para diseñar estrategias de protección ambiental y mitigar el impacto de los microplásticos en los ecosistemas marinos.

Ante la celebración del Black Friday, Greenpeace hace un llamamiento para que la ciudadanía sea consciente de la magnitud y gravedad del problema e intente consumir de forma más moderada, aun siendo consciente de que la responsabilidad última del problema recae en la industria y las administraciones públicas.

La aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos causada por la contaminación por antibióticos podría restar eficacia a los antibióticos, advierte la agencia sanitaria de la ONU, y agrega que existe una falta mundial de información accesible sobre el daño ambiental provocado por la fabricación de medicamentos.

Un estudio con participación del IDAEA y el IGME localiza contaminantes orgánicos derivados de la actividad humana en aguas interiores y litorales del continente helado.

Los plásticos están omnipresentes en la agricultura. Muchos de ellos terminan en nuestra propia cadena alimentaria o impidiendo el propio desarrollo agrícola. Se necesitan soluciones basadas en la naturaleza para reducir su uso al mínimo.

El actual sistema de distintivos ambientales para vehículos ha sido muy criticado por clasificar como “ecológicos” a vehículos que, en condiciones reales de conducción, resultan más contaminantes de lo que dicen ser, así como por establecer una clasificación incoherente en determinados aspectos.

La contaminación atmosférica es el mayor riesgo para la salud en todo el mundo según la OMS, con más de 4,2 millones de muertes al año.

Un estudio del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz revela nuevos efectos de la contaminación en las praderas marinas. La investigación muestra que el exceso de nutrientes, derivado de actividades humanas como el uso de fertilizantes y la contaminación, altera los ciclos de carbono en estos ecosistemas vitales. Esto no solo afecta la biodiversidad marina, sino que también debilita la capacidad de las praderas para actuar como sumideros de carbono. Los resultados indican que, durante el invierno, estas comunidades consumen más carbono del que producen, mientras que en verano, el aumento de luz y temperatura favorece su crecimiento, pero también incrementa la presión por parte de los herbívoros. Este estudio subraya la importancia de gestionar adecuadamente los nutrientes y proteger las praderas marinas para mitigar los efectos del cambio climático.

En 2022 se vendieron alimentos con al menos 106 plaguicidas, de los que 59 eran disruptores endocrinos y 32 sustancias no autorizadas, según el informe ‘Directo a tus hormonas. Residuos de plaguicidas en los alimentos españoles’, que presenta Ecologistas en Acción.

Greenpeace ha enviado, dentro del plazo establecido por la Consejería de Vivienda, Territorio y Movilidad de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para el proceso de información pública, sendas alegaciones al proyecto de macrogranja de gallinas ponedoras y recría Son Vanrell, promovida por Avícola Son Perot, en el término municipal de Sineu (Malllorca).

El Gobierno de Perú debe atender el problema, dice un experto de la ONU en derechos humanos, recordando que la Constitución del país reconoce la prioridad del agua para consumo humano sobre cualquier otro uso. La contaminación del agua proviene, sobre todo de los vertidos de las empresa mineras.

La mala calidad del aire nos lleva a padecer enfermedades cardiovasculares, ictus y problemas pulmonares. En total, siete millones de muertes anuales que podía evitarse. La agencia de la ONU encargada de velar por la salud pública mundial pide dejar de seguir financiando los combustibles fósiles que nos matan.

Ecologistas en Acción ha estudiado las analíticas de contaminantes realizadas por los organismos oficiales de gestión de ríos y aguas subterráneas. Los datos muestran que todas las cuencas sufren una elevada contaminación con plaguicidas y otros tóxicos, como derivados del petróleo. El informe expone también graves deficiencias legales y de gestión.

Las Directrices elaboradas por MITERD, de carácter voluntario y orientativo, son un documento bien intencionado, pero, en la práctica, ineficaz. Varias organizaciones han presentado alegaciones al Ministerio demandando un Real Decreto que incluya contenidos mínimos obligatorios y con criterios adaptados a las nuevas recomendaciones de calidad del aire fijadas por la OMS.