Un estudio de la Universitat de Girona (UdG) y el Institut d’Hidràulica Ambiental de la Universitat de Cantabria ha identificado áreas óptimas para la implementación de parques eólicos marinos en España. Publicado en la revista Nature Ocean Sustainability, el estudio utiliza una técnica de evaluación híbrida que considera 39 indicadores ecológicos, sociales y económicos. Se han analizado 19 zonas del mar Atlántico y Mediterráneo, destacando las Rías Baixas y Cabo Ortegal en Galicia como las más adecuadas. Además, se resalta la importancia de integrar datos locales y el uso de inteligencia artificial para mejorar la planificación marina.
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universitat de Girona (UdG) y el Institut d’Hidràulica Ambiental de la Universitat de Cantabria (IHCantabria) ha revelado espacios óptimos para la implementación de parques eólicos marinos en España. El trabajo, liderado por Daniel Depellegrin, junto a otros expertos como Carolina Martí, Javier García Sanabria, Maurizio Ambrosino y Sanjoy Roy, fue publicado en la revista Nature Ocean Sustainability.
El estudio titulado “More robust offshore wind energy planning through model ensembling” propone un enfoque innovador para la planificación de la energía eólica marina. Utiliza una técnica de evaluación híbrida que considera múltiples criterios, equilibrando factores ecológicos, sociales, económicos, tecnológicos y espaciales, apoyándose en una base de datos que incluye 39 indicadores, considerada una de las más completas en Europa.
El proyecto, financiado por la beca de investigación postdoctoral Marie Sk?odowska-Curie Actions 2021 del programa Horizon Europe, ha examinado 19 áreas del mar Atlántico y Mediterráneo con alto potencial para el desarrollo de energía eólica marina. Entre los aspectos clave analizados se encuentran: la coexistencia entre diferentes usos marítimos; la minimización de impactos ecológicos y sociales; la eficiencia espacial para reducir interacciones y conflictos; la equidad distributiva en la repartición de beneficios y cargas para las comunidades costeras; y el uso de tecnologías que maximicen la viabilidad técnica.
Depellegrin destacó que “el estudio identifica múltiples lagunas en la investigación actual sobre planificación espacial marítima”, subrayando además la necesidad de contar con un conjunto más amplio de datos locales que integren características sociales y ecológicas del territorio. En este sentido, enfatizó que “la implantación de grandes infraestructuras en el mar requiere equipos multidisciplinarios capaces de procesar grandes volúmenes de datos para convertirlos en información accesible”. Asimismo, mencionó que el intercambio entre grupos de investigación europeos podría enriquecer los modelos utilizados.
Las conclusiones del estudio han permitido elaborar un mapa que señala las mejores zonas para la instalación de estos parques. Entre las áreas destacadas se encuentran las Rías Baixas (NOR1) y Cabo Ortegal en Galicia (NOR4), así como la costa de Luarca en Asturias (NOR7), el Golf de Roses y Cap de Creus (LEBA1) y las costas orientales de Menorca (LEBA2 y LEBA3).
Aparte, el estudio también resalta la importancia de integrar datos cuantitativos locales en el análisis sobre opciones de planificación. Esto no solo contribuiría al avance científico sino que también informaría a responsables políticos y comunidades costeras sobre posibles vacíos investigativos a abordar en el futuro.
Una innovación significativa del proyecto es el uso de inteligencia artificial, diseñada para ayudar a los tomadores de decisiones a identificar los factores más relevantes para cada área específica. Este sistema simplifica procesos complejos al priorizar criterios críticos dentro del marco planificador. Este enfoque es fundamental para comunicar resultados eficaces tanto a decisores como a ciudadanos interesados.
L'objectiu de l'estudi és identificar espais òptims per a la implementació de parcs eòlics marins a Espanya, utilitzant un enfocament innovador que combina múltiples criteris d'avaluació.
L'estudi considera factors ecològics, socials, econòmics, tecnològics i espacials, basant-se en una base de dades amb 39 indicadors.
Les millors zones identificades són les Rías Baixas i Cabo Ortegal a Galícia, la costa de Luarca a Astúries, el Golf de Roses i Cap de Creus, així com la costa oriental de Menorca.
Integrar dades quantitatives locals ajuda a avançar en la investigació científica, informar els responsables i les comunitats costaneres, i identificar llacunes d'investigació que necessiten ser abordades en el futur.
S'utilitza intel·ligència artificial per ajudar els prenedors de decisions a identificar els factors més importants dins de cada demarcació, reduint la complexitat i prioritzant els criteris crítics.