Investigadores de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la UPCT han desarrollado ladrillos biodegradables más resistentes que los tradicionales, utilizando micelio de hongos y residuos agrícolas. Estos ladrillos "bioembasados" alcanzan una resistencia a compresión media superior a 8 MPa, superando los estándares constructivos actuales. La fabricación de estos materiales es ecológica, ya que no genera residuos contaminantes y requiere bajo consumo energético. Este innovador proyecto, liderado por Kamilia Essamhi Saidi, se presentará en un congreso del sector y representa una oportunidad para construir de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Investigadores de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han desarrollado innovadores materiales de construcción a partir de hongos. Estos ladrillos, denominados “bioembasados”, se fabrican utilizando micelio, una estructura fúngica que se cultiva a partir de residuos agrícolas y sustratos, permitiendo así la creación de ladrillos biodegradables que son tanto ecológicos como compostables.
Los resultados obtenidos en los primeros ensayos han sido presentados en el Trabajo Final del Máster en Tecnologías de Edificación por Kamilia Essamhi Saidi. Según sus hallazgos, estos ladrillos logran una resistencia a compresión media superior a 8 MPa (megapascales), un valor que supera los requisitos establecidos en los estándares constructivos y es más alto que el de los tradicionales ladrillos perforados portantes. “Estamos seguros de que podemos mejorar la resistencia en los siguientes prototipos”, asegura la estudiante, quien tiene previsto presentar estos datos en un congreso del sector.
Kamilia Essamhi destaca que esta iniciativa representa una oportunidad para construir de manera respetuosa con el medio ambiente y contribuir a la regeneración ambiental. La fabricación de estos ladrillos no produce residuos contaminantes, y su proceso de secado requiere bajo consumo energético, pudiendo realizarse al aire libre sin necesidad de hornos. Sin embargo, uno de los principales inconvenientes es que el tiempo de incubación del micelio puede extenderse hasta seis meses.
Los ensayos se llevaron a cabo en colaboración con la constructora Urdecón y bajo la supervisión del equipo investigador compuesto por Carlos Parra, Isabel Miñano, José María Mateo y Elvira Carrión, del grupo Ciencia y Tecnología Avanzada de Construcción.
Kamilia Essamhi Saidi ha culminado su máster en Tecnología de Edificación tras haber obtenido previamente su grado en Arquitectura y un máster en Prevención de Riesgos Laborales por la UPCT. Actualmente, está cursando otro posgrado oficial sobre Metodología BIM para el Desarrollo de Proyectos de Infraestructuras y planea continuar esta línea investigativa dentro del Programa de Doctorado en Arquitectura, Edificación, Patrimonio y Ciudad, un título interuniversitario ofrecido por las universidades politécnicas de Valencia y Cartagena.
Se están cultivando ladrillos biodegradables a partir de micelio, una estructura de hongos que crece a partir de residuos agrícolas y sustrato.
Los ladrillos alcanzan una resistencia a compresión media superior a 8 MPa, que es superior al estándar exigido en la construcción y también a la resistencia de los ladrillos tradicionales perforados portantes.
La fabricación de estos ladrillos no genera residuos contaminantes, el proceso de secado tiene bajo consumo energético y puede realizarse al aire sin necesidad de hornos.
Una desventaja es que el tiempo de incubación de los hongos puede prolongarse hasta seis meses.
Los ensayos se han realizado con la colaboración de la constructora Urdecón y bajo la dirección del grupo de investigadores de Ciencia y Tecnología Avanzada de Construcción.
Kamilia planea continuar su línea de investigación en el Programa de Doctorado en Arquitectura, Edificación, Patrimonio y Ciudad.