El Instituto Tecnológico de Informática (ITI) ha desarrollado una innovadora solución que permite reciclar hasta 1,7 toneladas de plástico al día, abordando uno de los desafíos más críticos en la industria automotriz. Utilizando la tecnología ZeroGravity3D, el sistema automatiza la detección y clasificación de residuos plásticos, garantizando su calidad para reutilización. Este avance no solo contribuye a reducir las emisiones de CO2, alineándose con los objetivos del Pacto Verde Europeo, sino que también genera beneficios económicos significativos, estimados en 500.000 euros anuales. La implementación de esta tecnología promete transformar el reciclaje en diversas industrias, impulsando la economía circular y minimizando el impacto ambiental.
El transporte se erige como un actor clave en el escenario de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, siendo responsable de aproximadamente una cuarta parte de ellas, según datos proporcionados por el Parlamento Europeo y la Agencia Europea de Medio Ambiente. En este contexto, el Pacto Verde Europeo establece un ambicioso objetivo: reducir en un 90 % las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el transporte para el año 2050, tomando como referencia los niveles de 1990. Este objetivo es fundamental para combatir el cambio climático y garantizar un futuro sostenible.
A pesar de que muchas estrategias se enfocan en disminuir las emisiones durante el uso de los vehículos, como la promoción de automóviles eléctricos, se ha prestado menos atención al impacto ambiental derivado de su fabricación. Este proceso incluye actividades que generan un alto costo ambiental, tales como la extracción de minerales y la producción de materiales, incluyendo plásticos.
En este marco, ITI, un centro tecnológico privado especializado en tecnologías de la información y comunicación (TIC), ha liderado un proyecto innovador junto a una destacada empresa del sector automotriz. Su objetivo es abordar uno de los desafíos más urgentes en la fabricación: el reciclaje del plástico sobrante generado durante el troquelado de salpicaderos. Hasta ahora, este tipo de plástico no era reciclable debido a la falta de tecnologías que garantizasen la calidad del material recuperado.
La solución desarrollada se fundamenta en la tecnología ZeroGravity3D, que cuenta con seis patentes registradas en Europa y Estados Unidos. Este sistema utiliza un control automatizado de calidad mediante visión por computador e inteligencia artificial (IA) para identificar contaminantes, asegurando que el material reciclado cumpla con los estándares necesarios para su reutilización.
El polipropileno, un plástico derivado de recursos no renovables como el petróleo o el gas natural, tiene una importancia crucial desde una perspectiva medioambiental. Se trata de una materia prima costosa utilizada en diversos sectores y cuya degradación puede tardar cientos de años.
Por esta razón, el proyecto busca maximizar la cantidad de plástico reciclado a partir del desperdicio generado por una empresa TIER-1, es decir, un proveedor que fabrica componentes o sistemas para empresas que diseñan y ensamblan vehículos.
Para lograrlo, se ha diseñado un proceso innovador que automatiza la detección y clasificación de las piezas basado “en una especificación de la tecnología ZeroGravity3D donde se inspeccionan los recortes mediante su captura en caída libre, asegurando así una visión completa sin obstrucciones”, explica Adrián Cervera, jefe del proyecto en ITI.
Otro reto significativo ha sido evitar la contaminación cruzada entre diferentes fabricantes, dado que la composición del material varía según cada proveedor. Esta dificultad se ha superado mediante un algoritmo basado en IA que clasifica las piezas según su geometría y origen.
El sistema implementado incluye una cinta transportadora inicial para mover las piezas, un sistema multicámara que captura imágenes durante su caída libre y una cinta final equipada con un desviador que separa las piezas aptas de las no aptas. Según Cervera, “el desafío más complicado ha sido diseñar y poner en marcha un dispositivo hardware capaz de automatizar todo el proceso dentro del tiempo establecido. Este dispositivo combina precisión y eficiencia para asegurar un flujo continuo y fiable en la clasificación”.
La implementación de esta solución ha permitido reciclar automáticamente material previamente desaprovechado, generando beneficios tanto ambientales como económicos. Cada día se logran reciclar hasta 1,7 toneladas de materia prima, lo cual representa un valor anual estimado en 500.000 euros.
Aparte, el sistema informatizado recopila datos detallados sobre los residuos generados, lo cual facilita la optimización continua del proceso para maximizar el reciclaje.
El éxito alcanzado por este proyecto abre posibilidades para su implementación en otras fábricas del cliente e incluso su expansión hacia otros sectores. La clasificación eficiente mediante visión artificial presenta un gran potencial en industrias como automoción, electrónica, construcción y gestión de residuos. Esta tecnología no solo promueve la economía circular sino que también ayuda a reducir la huella ambiental asociada a sectores altamente contaminantes.
Cervera concluye afirmando: “Este proyecto es un claro ejemplo de cómo las soluciones tecnológicas pueden transformar industrias enteras hacia modelos más sostenibles. La innovación en reciclaje es esencial para reducir residuos y emisiones vinculadas a la producción de nuevos plásticos y contribuye a fomentar la economía circular.”
Cifra | Descripción |
---|---|
25% | Porcentaje de emisiones de CO2 del transporte en la UE |
90% | Reducción objetivo de emisiones de gases de efecto invernadero para 2050 |
1,7 toneladas | Cantidad de materia prima reciclada al día |
500,000 euros | Valor anual estimado del material reciclado |
El objetivo del proyecto de ITI es maximizar la cantidad de plástico reciclado a partir de los restos del troquelado en la industria automotriz, utilizando tecnología innovadora para asegurar la calidad del material recuperado.
ITI utiliza la tecnología ZeroGravity3D, que emplea un control de calidad automatizado mediante visión por computador e inteligencia artificial para detectar contaminantes y garantizar que el material reciclado cumpla con los estándares necesarios para su reutilización.
La implementación de esta solución permite reciclar hasta 1,7 toneladas de materia prima al día.
El valor anual estimado del material reciclado asciende a 500.000 euros.
Esta tecnología tiene potencial para ser implementada en otras industrias como la electrónica, la construcción y la gestión de residuos, promoviendo así una economía circular y reduciendo la huella ambiental.
El proyecto contribuye a reducir los residuos plásticos y las emisiones asociadas a la producción de nuevos plásticos, apoyando así iniciativas hacia modelos más sostenibles y una economía circular.