Hablamos de una mascarilla que podría ayudar al personal sanitario a protegerse cuando tratan con pacientes infectados con covid-19, equipada con sensores que miden la temperatura corporal, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, el nivel de oxígeno en la sangre y envían estos datos a un teléfono movil a través del bluetooth.
"Muchos cuidadores están en primera línea y están cerca de los pacientes cuando los examinan", explica Loh Xian Jun, uno de los científicos detrás de la innovación. "Esto representa un riesgo para la salud de las enfermeras y queríamos pensar en una forma de reducir este riesgo" permitiendo el examen a distancia, dijo a la AFP.
Los investigadores de una Universidad de Singapur, en colaboración con un organismo público, esperan probar la mascarilla lo antes posible para poder comercializarla.
Sus inventores también esperan que este modelo pueda entregarse a los trabajadores migrantes de Singapur -cuyos alojamientos han sido las principales fuentes de contaminación de la ciudad-estado en los últimos meses- para vigilar a distancia su estado de salud.
Y para aquellos que también quieren combatir la contaminación en las grandes ciudades, la empresa surcoreana LG Electronics ha diseñado una mascarilla purificadora de aire. Esta máscara de plástico blanco de aspecto futurista se puede colocar sobre la boca, la nariz y la barbilla y trata el aire con dos filtros situados en cada lado de la cara y un ventilador para hacerlo circular.
Los filtros se adaptan a la capacidad respiratoria del usuario, funcionan como los purificadores de aire en el hogar y bloquean la mayoría de las partículas nocivas. Ya se han distribuido varios miles de ellas a los trabajadores de la salud, y el fabricante dice que espera ponerlas pronto en el mercado.