Para los primeros, según las opiniones generales vertidas en los blogs de El País, estos tres días han sido un caos; en las diferentes encuestas se demuestra que el motivo de que éstos elijan BlackBerry antes que cualquier otro tipo de Smartphone reside en su generalmente infalible correo electrónico y su instantaneidad, por lo que muchos de ellos han necesitado volver a viajar con el portátil a cuestas o trabajar desde casa fuera del horario laboral. Es el caso de Santi, un comercial barcelonés usuario del aparato. Según sus declaraciones a El País, "Al viajar tanto, con la BlackBerry avanzo mucho trabajo. Son cosas urgentes, que las tienes que resolver en el momento. Cuando funciona es genial, pero la avería ha entorpecido muchas tareas diarias. El lunes tuve que conectarme desde casa de noche para resolver cosas pendientes. El martes desviaba los temas a mi teléfono particular y además me lleve el portátil. Hoy, por suerte todo está volviendo a la normalidad, pero de forma intermitente. Además, muchos mensajes llegan duplicados".
Por otra parte, el segundo bloque de usuarios que está formado por los adolescentes, ha echado verdaderamente en falta el servicio de mensajería instantánea, el más popular entre éstos. Aun así hay quien ha aprovechado para descansar; Ana, una adolescente de 14 años relata a El País su experiencia durante estos días diciendo: "Me molestó no tener chat, porque para dar mensajes imprescindibles, por ejemplo a los padres, te obliga a llamar. El lunes, además, había quedado con unas amigas, pero llegaban tarde. Tuve que tirar del teléfono y eso me molesta porque implica gastar dinero. En cualquier caso, salvo para estas cosas fue un placer desconectar. Lo intento a veces, pero el resto de la gente sigue enviando mensajes compulsivamente. Estos tres días el apagón fue total. Descansé de verdad".
En cualquier caso, el apagón de BlackBerry, por el que la compañía ya ha pedido disculpas y ha entrado en trámites para calcular las indemnizaciones pertinentes, no ha conseguido hacer a sus usuarios desconfiar de la calidad del servicio y del producto, puesto que el 44% de los encuestados por El País ha dicho seguir fiel al aparato en cuestión.