Un total de 12,5 millones de personas respiraron el año pasado aire con niveles de contaminación superiores a los límites legales recogidos en la legislación europea y española, lo que supone 2,3 millones menos respecto a 2018 y la cantidad más baja desde 2011. Pese a ello, persistieron los incumplimientos de esos umbrales en Madrid, Barcelona y otro medio centenar de zonas.