Universidad de Cádiz

30/12/2024@18:41:36

Investigadores del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz han desarrollado un modelo matemático para rastrear el movimiento de microplásticos en el Golfo de Cádiz, revelando que los ríos Guadalquivir y Guadiana son principales fuentes de contaminación. Este estudio, publicado en la revista Science of The Total Environment, utiliza un enfoque Lagrangiano para simular cómo las partículas plásticas se dispersan y acumulan en función de su densidad. Los hallazgos indican que los plásticos menos densos flotan cerca de la superficie, mientras que los más pesados se hunden rápidamente. Esta investigación es crucial para diseñar estrategias de protección ambiental y mitigar el impacto de los microplásticos en los ecosistemas marinos.

Investigadores del departamento de Biología de la Universidad de Cádiz han descubierto cinco nuevas especies de gusanos planos marinos en la Península Ibérica, un hallazgo significativo para la biodiversidad marina. Este estudio, liderado por Patricia Pérez-García y publicado en la revista Zoosystematics and Evolution, se basa en el análisis de 96 especímenes recolectados en las costas de Algeciras, Cádiz y Portugal. Las nuevas especies incluyen Stylochus erytheius y Stylochus marimarensis, encontradas en Cádiz, así como Plehnia cascaisensis, Izmira lusitanica y Emprosthopharynx onubensis, localizadas en Portugal y Huelva. Este trabajo resalta la importancia de la región como un punto caliente de biodiversidad y subraya la necesidad de más investigaciones sobre su fauna marina.

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Un estudio del Instituto Universitario de Investigación Marina (INMAR) de la Universidad de Cádiz revela nuevos efectos de la contaminación en las praderas marinas. La investigación muestra que el exceso de nutrientes, derivado de actividades humanas como el uso de fertilizantes y la contaminación, altera los ciclos de carbono en estos ecosistemas vitales. Esto no solo afecta la biodiversidad marina, sino que también debilita la capacidad de las praderas para actuar como sumideros de carbono. Los resultados indican que, durante el invierno, estas comunidades consumen más carbono del que producen, mientras que en verano, el aumento de luz y temperatura favorece su crecimiento, pero también incrementa la presión por parte de los herbívoros. Este estudio subraya la importancia de gestionar adecuadamente los nutrientes y proteger las praderas marinas para mitigar los efectos del cambio climático.